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Artículo de Actualización Nefropatía por IgA Parte II. Aspectos pronósticos y terapéuticos Karin Thomsen Hall, Antonio Vilches Sección Nefrología, Departamento de Medicina, Instituto Universitario CEMIC.Correspondencia: Dr. Antonio Vilches. Profesor Titular de Medicina, Jefe Sección Nefrología. Instituto Universitario CEMIC. Av. Cnel. Díaz 2423, (1425)Buenos Aires. E-mail: avilches@cemic.edu.ar. Fax: (011) 4808-8115Pronóstico y evolución
En el tratamiento de la nefropatía por IgA, como en muchas
La nefropatía por IgA tiene, en muchos casos, un curso benigno.
otras enfermedades renales, se aprovecha el efecto antihiperten-
No obstante la evolución es muy variable, ya que mientras algu-
sivo y antiproteinúrico de los IECA y los bloqueantes de los
nos pacientes mantienen una función renal normal durante
receptores AT I dada la importancia de reducir no sólo la presión
muchos años otros alcanzan la insuficiencia renal terminal en
sanguínea sistémica sino la hipertensión e hiperfiltración glome-
poco tiempo. Del total, aproximadamente la mitad de los
pacientes desarrollan insuficiencia renal terminal y necesitan
En cuanto a la proteinuria, un estudio de Donadio y sus cols. en la
tratamiento sustitutivo renal dentro de los 20 a 25 años de pre-
Clínica Mayo arrojó resultados especialmente ilustrativos.4 En este
estudio la incidencia de insuficiencia renal crónica terminal a los
El pronóstico de la glomerulopatía por IgA depende de factores
7 años de efectuado el diagnóstico mostró una clara correlación
clínicos e histopatológicos considerados clásicos y de otros facto-
con la proteinuria. Una proteinuria inferior a 500 mg/día se aso-
res menos estudiados, pero las diferencias entre las distintas series
ció a una nula incidencia de insuficiencia renal crónica terminal,
publicadas podrían tener relación con el lead time bias (cuanto
mientras que más de 3 g/día se correlacionó con un 60% de inci-
más precozmente se efectúe el diagnóstico mayor es la sobrevida
dencia, entre 0,5 y 1,5 g/día con 10%, y entre 1,5 y 3 g/día la inci-
renal) si los criterios de biopsia no son uniformes, como de hecho
dencia de insuficiencia renal crónica terminal fue del 30%.
no lo son. En todo caso un alto grado de esclerosis glomerular, de
Otro claro indicador pronóstico en la nefropatía por IgA está
fibrosis intersticial, y de atrofia tubular indican irreversibilidad
dado por las lesiones presentes en la biopsia renal.5 La tendencia
lesional y la futilidad del tratamiento. Desafortunadamente, no
a la esclerosis tubulointersticial, expresión en la microscopía
hay acuerdo universal acerca de cómo clasificar morfológicamen-
óptica de la activación de los mecanismos fibrogénicos, es una
te a la glomerulopatía por IgA y de cuáles son los cambios his-
indicación de que la lesión se asociará a una destrucción pro-
tológicos que se comportan como un factor de riesgo indepen-
gresiva de nefrones y la puesta en marcha de los mecanismos
diente. Un grupo autoconstituido –el “IgA Consortium”– ha
intrarenales que perpetúan el daño y conducen a la insuficiencia
comenzado a trabajar activamente para este fin.
renal crónica terminal. En un afán de refinar los elementos de
Entre los factores clínicos de valor pronóstico se destacan la
juicio histológicos en años recientes se ha podido establecer que
hipertensión arterial, la magnitud de la proteinuria especialmen-
la presencia de podocitopenia y de tubulitis identifican a un sub-
te al año de haberse efectuado el diagnóstico, la presencia de
grupo de peor pronóstico y, mediante inmunohistoquímica, que
hipoproteinemia y la función renal inicial. Ésta se correlaciona
la sobreexpresión de α actina muscular y de la de FSP-1 (fibrob-
con la magnitud del daño estructural evidenciado por la histo-
last specific protein),1 caracteriza al estado de transición epitelio
logía y consecuentemente habla de fenómenos no reversibles.
mesenquimática que subyace al fenómeno fibrótico.6
Un “score” desarrollado sobre una extensa base de datos en
Entre otros factores adicionales de importancia pronóstica se
Japón confirma el carácter de variables independientes de los
encuentran la obesidad, en especial un índice de masa corporal
factores citados y permite predecir el riesgo de desarrollar insu-
mayor a 30 Kg/m² la resistencia periférica a la insulina, el
ficiencia renal terminal en los 7 años subsiguientes.1 Hay acuer-
comienzo de la enfermedad en la edad media de la vida, el
do general en que los casos que se presentan como insuficiencia
hábito de fumar, una proteína C reactiva aumentada, la hiperu-
renal aguda tienen peor pronóstico.
ricemia, la hiperreninemia, la activación de la fracción C3 del
A largo plazo la hipertensión arterial como factor de riesgo clási-
complemento por vía alternativa, la relación IgA/C3 superior a
co es compartido por todas las enfermedades renales y su trata-
4 mg/dl,7 la exposición a hidrocarburos, y cuando existe una
miento con tantos fármacos como resulte necesario es indispen-
agregación familiar de glomerulopatía por IgA. En cuanto a la
sable para modificar la pendiente de progresión a lo largo del
hiperuricemia, factor de desarrollo de hipertensión arterial
esencial y de progresión de enfermedades renales que una
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reciente hipótesis propuesta por Johnson y Rodríguez Iturbe ha
del injerto es peor cuanto mejor es la compatibilidad DR.14
llevado a un primer plano8 podría desempeñar algún papel en
Es importante destacar que a pesar de la alta incidencia de recu-
la progresión que amerite su tratamiento.9 En efecto la reduc-
rrencia luego del trasplante, con un mayor porcentaje observado
ción del ácido úrico plasmático ha sido explorada en un estudio
en los centros donde se realizan biopsias seriadas programadas
piloto randomizado y controlado que incluyó, entre otros, a
independientemente de la situación clínica a todos los recepto-
pacientes con glomerulopatía por IgA y sus resultados auspi-
res, globalmente puede concluirse que a los cinco años del tras-
ciosos debieran estimular investigaciones más extensas para
plante existe un riesgo del 5% de pérdida del injerto por esta
causa, un 13% de riesgo de deterioro de la tasa de filtración glo-merular, y que el 50% de los pacientes presentarán depósitos deIgA.15 El riesgo de pérdida del injerto se incrementa a un 25% en
Recurrencia en el trasplante renal
un segundo trasplante cuando el primer injerto se ha perdidopor recurrencia de esta enfermedad.16 Este es el único factor
El concepto de recurrencia exige conocer que la enfermedad ori-
claramente predictivo ante un segundo injerto. Ponticelli et al no
ginal y la que aparece después del trasplante responden al mismo
encontraron diferencias de sobrevida a los 10 años cuando se
mecanismo y comparten el mismo fenotipo histológico y/o inmu-
compararon receptores que padecían una glomerulopatía por
nohistoquímico. Sin embargo en el caso de la glomerulopatía por
IgA los casos recurrentes parecen tener menos componente proli-
Por tanto, y si bien el riesgo de recurrencia debe ser advertido a
ferativo pero más fibrosis túbulo-intersticial y atrofia tubular, lo
receptores y donantes, el trasplante renal con dador vivo relacio-
cual tal vez sugiera un papel para la toxicidad por fármacos o de
nado no debe contraindicarse. Además no pareciera que el régi-
la isquemia – ambos con frecuencia presentes en el contexto de
men inmunosupresor influye en la tasa de recurrencia.18
un trasplante renal – y además un mayor grado de glomerulome-galia que podría interpretarse como secundaria a efectos hemo-dinámicos intraglomerulares.10 En general estos datos coinciden
Tratamiento
con los del grupo de nefropatología de Oxford, si bien en su serieencontraron mayor grado de proliferación mesangial y
Una consideración general sobre la terapéutica de esta enfer-
endo/extracapilar.11 En esta misma experiencia se observaron 12
medad es que los enfoques actuales escapan a una medicina
recurrencias sobre 35 pacientes a lo largo de 20 años, dos de las
“personalizada”, en un sentido estrictamente biológico del tér-
cuales fueron detectadas en el curso del primer mes en una biop-
mino ya que son todas estrategias que no responden al “arte”
sia hecha como parte del seguimiento protocolizado en su pro-
de aplicar la “ciencia médica” a un individuo. En la enferme-
grama de trasplante y las 10 restantes entre los meses 40 y 219
dad que nos ocupa la “ciencia médica” debiera contemplar una
ante evidencias clínicas de daño renal. Es decir que la enfermedad
caracterización genética de los mecanismos de progresión, de
recurre clínicamente en forma tardía y solo un 30% de los casos.
la activación de citoquinas profibrogénicas y de los reguladores
En 2/3 partes de los pacientes trasplantados no se observan recu-
de la transcripción de matriz intercelular que participan en la
rrencias clínicas. Si se usa como criterio de recurrencia sólo la
historia natural de la glomerulopatía a IgA en un individuo
detección de depósitos mesangiales de IgA, sin que necesaria-
dado. En efecto, más allá de los aspectos psicoemocionales,
mente haya daño estructural o funcional, la tasa de recurrencia a
ambientales y co-mórbidos que deben considerarse en la selec-
lo largo de la vida del trasplante es del 30-50%.12
ción del tratamiento, lo que confiere esa singularidad intrans-
El primer informe donde se observaba la recurrencia de la
feriblemente propia a cada ser humano es la respuesta a una
enfermedad en sujetos trasplantados renales fue publicado por
injuria determinada, condicionada en general por los polimor-
Berger y cols. en 1975.13 Es interesante mencionar que en esta
fismos de nucleótidos aislados. Los clínicos debemos pensar en
comunicación la recurrencia fue más frecuente en aquellos
términos biológicos más amplios que no limiten nuestra deci-
pacientes quienes recibieron un riñón de donante vivo, lo que
sión a “gramos más o gramos menos” de corticoides, anticalci-
sugirió una predisposición familiar de la enfermedad. Sin
neurínicos, alquilantes o lo que fuere. Algunos de estos princi-
embargo, esta conclusión inicial no ha mantenido consistencia a
pios ya se aplican y desde hace tiempo en la transfusión de
lo largo de las décadas y actualmente no hay ninguna evidencia
sangre o en el trasplante de órganos y en la elección de trata-
sólida de que existan diferencias en el riesgo entre dadores vivos
mientos antitumorales en relación con la expresión o no de
relacionados y dadores fallecidos más allá de que algunas series
ciertos receptores, entre otros ejemplos.
retrospectivas así lo sugieran. Podría haber un riesgo mayor de
Si bien aún no existe un tratamiento universalmente efectivo
recurrencia en casos en que dadores y receptores comparten los
para la nefropatía por IgA basado en el conocimiento preciso en
antígenos HLA B35 y DR4 pero, una vez más, no es un hallazgo
cada paciente de los mecanismos de daño, sí se ha avanzado en
consistente. En cambio hay datos que indican que la sobrevida
el estudio del tejido renal mediante técnicas inmunohistoquími-
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Nefropatía por IgA - Parte II. Aspectos pronósticos y terapéuticos
cas y aún del sedimento urinario como para pensar que en el
dio surge que la dosis de Omacor, la fuente comercial más utili-
futuro no lejano dispondremos de medidas terapéuticas más
zada, debe ser entre 80 y 160 mg/kg de peso y por día.24 En todo
racionales y “personalizadas”. Por ejemplo la evaluación de la
caso, a pesar de ser una medida de eficacia controvertida, proba-
podocituria, que suele preceder a la proteinuria, y la determina-
blemente sea inocua, lo que lo diferencia de otras estrategias
ción de niveles de RNAm, de nefrina, de podocina, de TFG beta y
terapéuticas potencialmente dañinas, y en un caso indujo remi-
de MCP-1, y la adquisición de la capacidad para interferirlos
sión completa en el escenario de una nefropatía por IgA postras-
terapéuticamente podrían ser útiles, pero hasta entonces estos
conocimientos se adquieran los recursos terapéuticos serán rela-
Estatinas: en los casos de hipercolesterolemia o aún sin ella, el
tivamente inespecíficos y entre éstos se incluyen medidas comu-
uso de inhibidores de la β hidroximetilglutaril coenzima A reduc-
nes a todas las enfermedades renales evolutivas, proteinúricas y
tasa (estatinas) merece ser considerado tanto por sus efectos
no genéticamente determinadas. En la glomerulopatía por IgA
sobre el metabolismo lipídico como por sus efectos pleiotrópicos
–término que significa dirigido en diversas direcciones y que seaplica a cambios ajenos al descenso del colesterol LDL– sobre la
función endotelial, es decir la modificación favorable de la
hiperpermeabilidad a las proteínas y consecuentemente del trá-
fico a nivel del endotelio glomerular y en la inhibición, junto con
Medicamentos que inhiben el sistema renina-angiotensina-
las otras medidas antiproteinúricas que se detallan más abajo,
de las señales moleculares que participan en la fibrogénesis.
Estas señales se ponen en marcha por el aumento de la endoci-
tosis proteica mediada por receptores tubulares, la megalina y lacubilina, que conducen a una acumulación, en especial de albú-
Los antibióticos solo encuentran indicación cuando existen cla-
mina, en organelas intracelulares, lo que gatilla inflamación y
ras evidencias de una infección bacteriana en actividad.
fibrosis intersticial a través de mecanismos NF-kappa beta
El papel de la tonsilectomía se basa exclusivamente en estu-
dependientes e independientes. Un metaanálisis reciente26 con-
dios retrospectivos y podría tener algún valor en casos selec-
cluyó que las estatinas redujeron la albuminuria en un 47% en
cionados en etapa iniciales de la enfermedad.19,20 El problema
pacientes proteinúricos. Si bien es un tanto prematuro sugerir
es que en los diversos estudios casi invariablemente se los ha
que todo paciente con glomerulopatía por IgA, en especial si su
excreción diaria de albúmina supera los 30 mg, debe recibir esta-
Los ácidos grasos de la serie omega 3 han sido propugnados
tinas hay muchas otras razones por las cuales el paciente con
por grupos de trabajo Japoneses desde hace más de 20 años21
una nefropatía evolutiva podría beneficiarse con la inclusión
pero muy especialmente desde la Clínica Mayo22 cuyos estudios
han mostrado resultados favorables en lo referido a la estabiliza-
En general los estudios de inhibición del sistema renina-
ción funcional. Este beneficio no se asoció a la disminución de la
angiotensina-aldosterona han mostrado resultados positivos en
proteinuria lo que hace que dichos resultados sean difíciles de
cuanto a la función renal y la proteinuria pero no resulta posible
interpretar. En un estudio randomizado, controlado y doble ciego
diferenciar el efecto del control de la TA sistémica de los vincula-
reciente que incluye 97 pacientes,23 se evaluó el papel de la
bles no sólo a este mecanismo sino a los relacionados con la
prednisona en días alternos, y los ácidos grasos de la serie omega
modificación de la hemodinamia intraglomerular que caracteriza
3 versus placebo en pacientes con buena función renal TFG > 50
a estas clases terapéuticas. El efecto favorable sobre la proteinu-
ml/min/1,73 m² y proteinuria moderada, tratados durante dos
ria se observa en especial a lo largo del primer año de tratamien-
años. No hubo evidencias de mayor eficacia con el tratamiento
to no lográndose en general descensos ulteriores. Si bien un
experimental pero el factor más importante en la predicción del
metaanálisis reciente27 que a nuestro juicio es metodológica-
pronóstico fue la relación proteína:creatinina en orina y como
mente impecable llevado a cabo por el grupo de epidemiología
esta variable no fue incluída en el proceso de randomización y
de la London School of Hygiene and Tropical Medicine ha arroja-
hubo pacientes con grados mayores de proteinuria en el grupo
do resultados contradictorios, y que ha motivado una polémica
que recibió ácidos grasos omega 3, el estudio no termina de
inhabitualmente ácida28,29 la efectividad de los IECA y bloquean-
definir la hipótesis terapéutica planteada. Como a lo largo de los
tes de los receptores AT I en reducir la progresión del deterioro
últimos 20 años los resultados han sido contradictorios muy
renal ha sido sugerida o claramente demostrada en ensayos clí-
recientemente Ronald Hogg y el North American IgA Nephro-
nicos controlados y randomizados, que a diferencia de los meta-
pathy Study Group, en un análisis post hoc de sus propias series,
análisis, deben ser considerados el “gold standard” y es conse-
pudieron establecer que la respuesta depende de la dosis por kg
cuencia de su efecto antiproteinúrico y antihipertensivo, ambos
de peso por lo que no se deben utilizar dosis fijas, y de este estu-
considerados factores de progresión modificables de la enferme-
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dad.29,30 En ausencia de proteinuria clínica y de una TFG > 60
Inmunosupresores. Ballardie y Roberts, 43 en un estudio rando-
ml/min/1,73 m2 cuando hay normo o microalbuminuria, con o
mizado y controlado en pacientes que tenían al momento de su
sin una microhematuria persistente si el paciente tiene una TA
ingreso al protocolo un deterioro funcional correspondiente al
>140/90 el objetivo es el control de la TA por sobre cualquier
estadio 3 (tasa de filtración gomerular [TFG] 30-59 ml/min/1,73
consideración relativa a la clase terapéutica. (31, 32, 33, 34).
m²) de la National Kidney Foundation (NKF) y proteinuria de
En presencia de proteinuria clínica y/o TGF < 60ml/min/1,73 m2
rango nefrótico utilizó prednisona oral más ciclofosfamida por
estas clases farmacológicas deben ser utilizadas siempre que no
vía oral durante tres meses, seguidos durante dos años por aza-
medie una contraindicación absoluta, aún en ausencia de hiper-
tioprina. A su vez el grupo de Shefield, en Gran Bretaña comparó
tensión, junto con restricción salina y/o diuréticos lo que poten-
el uso de esteroides asociados a azatioprina vs ningún trata-
cia su efecto antiproteinúrico. Actualmente existe la tendencia a
miento inmunosupresor en un estudio retrospectivo y mostró
asociar IECA y bloqueantes AT1.35-38 La utilidad de asociar estos
que puede ser útil en un subgrupo con proteinuria > a 3 g/día.44
agentes en pacientes con proteinuria inferior a 1 g/24hs y nor-
Un metaanálisis de Samuels y cols.45 sugiere que los corticoides e
motensión será explorado en un estudio prospectivo, randomi-
inmunosupresores (ciclofosfamida, azatioprina y ciclosporina)
zado y controlado en etapa de reclutamiento por el grupo de
utilizados en forma asociada mejora el pronóstico pero la calidad
inmunopatología de la Sociedad Italiana de Nefrología.
metodológica en la mayor parte de los 13 estudios, que son trece
En todo caso, frente al paciente individual el objetivo debe ser
reducir la proteinuria al menor valor posible, idealmente al rango
En los casos de nefropatía por IgA crescéntica asociada con fallo
fisiológico (< de 0,15 g/g de creatinina) y la tensión arterial debe
renal rápidamente progresivo se ha incrementado el optimismo
ser consistentemente inferior a 125/75 mmHg, utilizando IECA y
en el uso de corticoesteroides en combinación con ciclofosfami-
bloqueantes AT1 con el agregado eventual de espironolactona39
da. En la nefropatía por IgA crescéntica la sobrevida renal es sig-
cuando se usa uno u otro (pero no los dos), y tantas otras clases
nificativamente inferior a otras formas de glomerulonefritis
de antihipertensivos como resulte necesario. En este sentido el
crescénticas, y la sobrevida renal es del 50% al año y del 20% a
uso de diuréticos frecuentemente lo es en pacientes hipertensos
los cinco años.46 Se recomienda la terapia inmunosupresora úni-
o con deterioro funcional aún de grado modesto, con o sin el
camente cuando la injuria crescéntica está asociada con infla-
mación glomerular activa sin un mayor daño crónico. En estas
El papel del aliskiren, un inhibidor oral de la renina y el primer
circunstancias podría justificarse el agregado de plasmaféresis e
antihipertensivo nuevo en más de 10 años, muy recientemente
inmunoglobulina endovenosa sin que esta recomendación se
aprobado por la Food and Drug Adminsitration (FDA), segura-
apoye en evidencias surgidas de ensayos clínicos controlados.
mente será explorado en cuanto a si agrega o no algún bene-
Se han publicado varios trabajos con el uso de micofenolato
mofetil (MMF),47-49 ya sea como única droga o asociada a este-
El uso de corticoesteroides encuentra fuerte apoyo en la biblio-
roides en pacientes con nefropatía por IgA severa, y en general
grafía y en la experiencia clínica en los casos con proteinuria de
se ha observado reducción de la proteinuria, y mejor preserva-
rango nefrótico, función renal bien preservada, y marcadores
ción de la función renal pero no se ha establecido con precisión
histopatológicos de mal pronóstico.40 En este sentido existe
las dosis y duración del tratamiento. Asimismo dada la extrac-
seguimiento a 10 años que confirma su utilidad. Su efectividad
ción étnica de la población incluída en los estudios clínicos es
se basa en la reducción de la proteinuria y contribuyen a preser-
difícil de aplicar estos resultados a otros grupos, reserva que
var la función renal a largo plazo. El mecanismo exacto mediante
también es aplicable a muchas otras enfermedades que afectan
el cual los esteroides alteran el curso de la nefropatía por IgA es
al riñón como la hipertensión, la diabetes, el lupus sistémico y las
aún incierto pero una hipótesis posible es que reducen las lesio-
vasculitis entre otras. Un megaestudio actualmente en marcha
nes proliferativas durante la fase aguda de la enfermedad, limi-
en los EE.UU. toma en cuenta algunos de estos aspectos étnicos,
tando el desarrollo de esclerosis glomerular y fibrosis intersticial.
y estratifica a los pacientes según la proteinuria y es posible que
Las manifestaciones histológicas observadas en una biopsia renal
en pocos años tengamos una respuesta más clara acerca de
no deben ser consideradas como criterio para excluir pacientes
papel del MMF en el tratamiento de esta enfermedad.
para este tratamiento excepto que el grado de fibrosis sea muy
Si bien no hay claro consenso de cómo tratar a los pacientes con
extenso.41 Un estudio randomizado en el uso de corticoesteroides
nefropatía por IgA, según nuestra perspectiva en los pacientes
en nefropatía por IgA con síndrome nefrótico confirma la remi-
con nefropatía por IgA progresiva en los que anticipamos una
sión de la proteinuria únicamente en aquellos pacientes con
evolución hacia el estadio 5 (TFG < 15 ml/min/1,73 m2) en
cambios glomerulares mínimos en la microscopía electrónica.42
menos de 10 años o en quienes la creatinina sérica se eleva
De hecho cuando se trata de una enfermedad por cambios míni-
entre un 8 y un 15% por año, se justifica una actitud terapéutica
mos asociada a nefropatía por IgA la terapéutica corresponde a
agresiva con el uso de corticosteroides asociados a inmunosu-
la de un síndrome nefrótico idiopático esteroideo sensible.
presores, en tanto la función renal esté razonablemente bien
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Nefropatía por IgA - Parte II. Aspectos pronósticos y terapéuticos
preservada (TFG mayor a 50 ml/min/1,73 m2) y la histología no
4. Donadio JV, Bergstralh EJ, Grande JO, Rademcher DM. Proteinuria patterns
ponga de manifiesto atrofia tubulointersticial extensa. Mantener
and their association with subsequent end-stage renal disease en IgA neph-
una tensión arterial de no más de 125/75 mmHg en controles de
ropathy. Nephrol Dial Transplant, 2002; 17: 1197-1203.
consultorio utilizando fármacos que interfieren con el sistema
5. M. Haas. Histology and immunohistology of IgA nephropathy. Journal of
renina-angiotensina debe ser un objetivo central utilizando
además toda otra medida que disminuya el riesgo cardio y cere-
6. Nishitani Y, Iwano M, Yamaguchi Y, Harada K, Nakatani K, Akai Y, Nishino
bro-vascular. Cuando la velocidad de deterioro se anticipa como
T, Shiiki H, Kanauchi M, Saito Y, Neilson EG. Fibroblast-specific protein 1 is a
más lenta, por ejemplo una elevación de la creatinina inferior al
specific prognostic marker for renal survival in patients with IgAN. Kidney
7% por año, utilizar solamente IECA y bloqueantes AT1 es apro-
piado pero la esteroideoterapia ha demostrado ser eficaz. En los
7. Komatsu H, Fujimoto,S, Hara S, Sato Y, Yamada K, Eto T. Relationship bet-
casos de función renal normal o casi normal y proteinuria de 0.5
ween serum IgA/C3 ratio and progression of IgA nephropathy. Intern Med
y 1 gr siempre utilizamos IECA ya que entre 5 y 10% de estos
pacientes desarrollan insuficiencia renal crónica terminal y en
8. Johnson R, Segal MS, Srinivas T, Ejaz A, Mu W, Roncal C, Sanchez-Lozada
muchos casos se logra una remisión completa, aún cuando el cri-
LG, Gersch M, Rodríguez-Iturbe B, Kang DH, Acosta JH. Essential hyperten-
terio utilizado para esta definición sea microalbuminuria en ran-
sion, progressive renal disease and uric acid: a pathogenetic link?. J Am Soc
go normal. Utilizamos dosis altas –tan altas como sean
toleradas– de IECA, a su vez con el agregado de bloqueantes ATI.
9. Siu YP, Leung KT, Tong MK, KwanTH, Au TC, Cheung YK, Luk SH. Use of
Del otro lado del espectro, en los casos en los que no hay protei-
allopurinol in slowing the progression of renal disease through its ability to
nuria clínica, y los que por alguna razón, casi invariablemente la
lower serum uric acid level. Am J Kidney Dis. 2006 Jan; 47(1):51-9.
presencia de microhematuria con o sin hematuria macroscópica
10. Oka K, Imai E, Moriyama T, Akagi Y, Ando A, Hori M, Okuyama A, Toki K,
recurrente, se llegó al diagnóstico histológico la evidencia a
Kyo M, Kokado Y, Takahara S.A clinicopathological study of IgA nephropathy
favor de la intervención farmacológica es inexistente pero no es
in renal transplant recipients: beneficial effect of angiotensin-converting
ilógico el uso de IECA o sartanos aún en el contexto de normo-
enzyme inhibitor. Nephrol Dial Transplant. 2000 May;15(5):689-95.
tensión. En presencia de proteinuria subclínica, en rango micro-
11. Roberts I. Syllabus, ASN 2006: 204.
albuminúrico, es intuitivamente lógico que el uso de IECA o blo-
12. Moriyama T, Nitta K, Suzuki K, Honda K, Horita S, Uchida K, Yumura W,
queantes ATI resulte útil en el muy largo plazo, pero no existe
Tanabe K, Toma H, Nihei H, Yamaguchi Y. Latent IgA deposition from donor
evidencia de que esto sea así y no hay estudios en marcha para
kidney is the major risk factor for recurrent IgA nephropathy in renal trans-
someter la hipótesis a prueba. Los infrecuentes casos de formas
plantation. Clin Transplant. 2005;19 Suppl 14:41-8.
rápidamente progresivas con semilunas deben ser tratados con
13.Berger J, Yaneva H, Nabarra B, Barbanel C. Recurrence of mesangial depo-
dosis altas de esteroides en pulsos IV y ciclofosfamida oral o en
sition of IgA after renal transplantation. Kidney Int 1975, 7:232-241.
pulsos IV, con o sin plasmaféresis o con gammaglobulina IV,
14. Bumgardner GL, Amend WC, Ascher NL, Vicenti FG. Transplantation 1998,
siguiendo las pautas habituales en este síndrome.
Adherimos a la idea de que aquellos pacientes con un curso
15. Barratt J, Feehally J. IgA Nephropathy. J Am Soc Nephrol, 2005; 16:
lentamente progresivo y una creatinina > 3 mg/dl (aproxima-
damente 20-25 ml/min/1,73 m² de tasa de filtración glomeru-
16. Floege J. Recurrent IgA nephropathy after renal transplantation. Semin
lar), han pasado el “punto de no retorno” y no deben ser
expuestos a fármacos tóxicos. Sí deben tener una TA < a
17.Ponticelli C, Traversi L, Feliciani A, Cesana BM, Banfi G, Tarantino A. Kid-
125/75 mg y un colesterol óptimo, rectificando todos los fac-
ney transplantation in patients with IgA mesangial glomerulonephritis. Kid-
18.Chandrakantan A, Ratanapanichkich P, Said M, Barker CV, Julian BA
Recurrent IgA nephropathy after renal transplantation despite immunosup-
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ACERCA DEL LENGUAJE Este texto presenta algunas reflexiones acerca del lenguaje, que influyen en nuestro actuar profesional y que están en la base de la metodología del coaching ontológico. Estas reflexiones tienen que ver, como vamos a ir viendo a continuación, con la idea de que el lenguaje tiene el poder de crear realidades. EL LENGUAJE ES ACCIÓN Decimos que el lenguaje es acción
SO, WHAT IS A “POOR RESPONDER”? We now understand why ovarian reserve is important and how we assess it, but how is “poor response” defined? Unfortunately, there is no universally accepted definition for the `poor responding’ patient in a cycle of assisted reproduction, although what is not in doubt is that these patients invariably have lower pregnancy rates compare